Las barreras aduaneras han caído, y los factores que otrora protegían a las compañías de sus competidores externos se han terminado. Actualmente los competidores y las oportunidades están en todas partes del mundo, desde el este o el sur de Asia, en el África o cualquier otra parte o punto del globo terráqueo.
El alto grado de competitividad a nivel mundial amenaza con barrer a todas aquellas empresas que no se adecuen a las nuevas circunstancias.
La evolución social e industrial en los últimos tiempos está pasando de un mercado de demanda de producto, a una oferta de servicio, y por ello el Cliente se ha convertido en una de las principales y desconocidas fuentes de información para el empresario.
Para comercializar los bienes es necesario identificar a priori los mercados objetivos y específicamente los nichos donde posiblemente se encuentran las oportunidades para hacer negocios. El nicho es la diferencia entre la competencia. El éxito está en realizar negocios con tipos de Clientes o zonas no identificadas por otros competidores.
Ocupar nichos es muy rentable, la razón principal es que la empresa que los ocupa debe conocer bien sus productos y los Clientes a los cuales es capaz de satisfacer sus necesidades mejor que otras empresas que podrían también vender en ese nicho.
La tendencia en la estrategia de las empresas es tener nichos múltiples, para incrementar las probabilidades y oportunidades no solo de supervivencia si no de crecimiento.
El desafío que se plantea en los próximos años consiste en desarrollar la capacidad para competir en entornos formados por nichos rápidos, que aparecen, se desarrollan, se transforman y desaparecen a gran velocidad.